viernes, 19 de mayo de 2017

La alteridad: ser el otro...


“No se olviden de hacer el bien y compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios” Hebreos 13:16.

Podemos definir la alteridad como: el obrar bien y permitiendo la vida del otro, en base de la práctica de la justicia y de la equidad en favor del prójimo.

Esta imagen es un claro ejemplo de lo que debemos evitar, si no queremos que sea de igual forma para nosotros.

Si bien, la alteridad abarca virtudes, que nos permiten manejar nuestra manera de ser o actuar ante ciertas situaciones, la prudencia aplica  muy bien en el sentido de la alteridad, en respetar los sentimientos y la vida del prójimo. Un individuo con conductas imprudentes es probable que no sólo ponga en riesgo su propia existencia, sino que también represente un peligro para la vida de otros. Esto ocurre con quienes conducen de manera temeraria, tienen animales peligroso en su hogar o festejan disparando al aire, entre muchas otras acciones y conductas que se oponen a la prudencia.

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