La
ética no debe ser considerada una asignatura más, esta es parte de la vida de
todas las personas. Al ser seres pensantes y con capacidades críticas, contamos
con la facultad de análisis antes de tomar cualquier decisión, las cuales serán
determinantes al definir el rumbo que nuestra existencia tomara. Dichas
decisiones deben ser escogidas basándose en la ética y las normas morales
inculcadas por el hogar, lo que permitirá que cada persona se desarrolle de
forma libre y a gusto consigo mismo, alcanzando su bienestar y metas sin
afectar a otros, estando siempre guiados por Dios.
Esta
imagen expresa de forma clara que nuestra vida cambia constantemente.
Nuestras
vivencias nos permiten adquirir conocimientos necesarios para enfrentarnos a
las situaciones diarias, sin embargo, nadie conoce lo que sucederá en el
futuro, solo podemos vivir el presente de forma que aplicamos, en algunos
casos, lo que sabemos de antemano y en otros una persona solo puede actuar
dependiendo de la disposición de los hechos que estén ocurriendo. Día a día
escribimos un capitulo nuevo, del cual el único que conoce lo que sucederá es
Dios; estamos viviendo un ensayo de algo que no hemos escrito, solo podemos
reflexionar sobre lo que queremos que este sea y, aun así, lo que se ha
planeado puede ser alterado de forma irreversible, porque decidimos que de
dicha manera es mejor.
La vida se modifica día a día, sin importar lo que sea actualmente.
Cabe resaltar, que Dios nos ha
dado una libertad de elegir lo que queremos hacer y, aunque Él lo conoce todo,
nos permite decidir cómo queremos vivir nuestra existencia. Por lo anterior,
cada persona decide como pensar y actuar, sin dejar de lado los valores morales
que garantizan una vida de armonía y comunión con los demás. Ciertamente todos
somos libres de escoger nuestra forma de vida, pero nunca olvidamos lo que
nuestros padres, familiares y amigos se han encargado de sembrar en nosotros,
cosas que nos dan una idea de cómo llevar las cosas y que podemos tomar en
cuenta o no para el devenir.
Este video expone como toda persona debe ser capaz de conocerse a si mismo y no dudar de las capacidades que han sido otorgadas por Dios, usándolas de forma responsable y con humildad, sin la necesidad de tener que hacer lo que el mundo te demanda, solo lo que te haga sentir mejor.